Crónica de un castillo del Terror

    Si cuando yo digo que a mi cada día me gusta más pertenecer a mi Aso es por algo... no se nos pudo ocurrir nada mejor en estos calurosos días que corren que montar el sueño de la presidenta de dicha asociación... hacer un castillo del terror, en pleno Agosto y con la UGR soplándonos en la nuca :s...
    Total, que una semana dedicados en cuerpo y alma para montar el escenario, comprar cosas, organizar espacios, crear ambiente, reclutar gente, etc... Pero como buenos universitarios que somos la gran mayoría de los organizadores, lo dejamos practicamente todo... (sí, lo habeis adivinado...) ¡para el último día!
    El viernes, dos de nuestros ilustres compañeros se presentaron en el edificio público que el Ayuntamiento nos había "cedido sin ningún tipo de pega" para ese día, nada más y nada menos que a las 9 de la mañana (o incluso antes creo) para empezar con la faena, yo me uní a ellos bastante más tarde y aquello fue una de las experiencias más maravillosas de toda mi vida: el trabajo codo con codo, el perfeccionismo, pinta aquí, quita cosas allí, prueba esto, tareme aquello, risas, deseperación, nervios, angustia... más risas...
     Y llega la gran noche todo decorado, manchas de sangre, bolsas de basura a modo de cortinas siniestras, velas, papeles de periódico sucios, esquelas, y nosotros manchados de maquillaje, ojeras falsas, sangre artificial, despeinados (algunos más que otros), con cereales en la cara, pintura en las piernas y brazos, ropa que huele a soja, disfraces curiosos y todo ello hecho para los demás de forma desinteresada y sin cobrar ni un duro, ¿no es perfecto? *0* (no es ironía, que quede claro), (eso tampoco lo era).
    La primera noche se nos notaron los nervios y la novatez pero éramos neófitos enamorados de nuestra nueva vida nocturna y lúgubre y terminamos la "jornada" con ganas de más (de más mañana, en ese momento queríamos más cama).
    La segunda noche todo fue rodadísimo, hubo varias ausencias que sentimos mucho (no os alarmeis, no nos cargamos a nadie) pero la noche era joven y nostros también, un porcentaje muy elevado de sustos y gente con ataques nos dejaron un genial sabor de boca que intentabamos mantener mientras a las 3 de la mañana nos disponíamos a limpiar todo el desastre creado. Lo increible es que una hora después tras haber limpiado todo, seguíamos eufóricos y contentos.
    Uno de los mejores fines de semana de mi vida, muchas gracias todos los que lo compartisteis conmigo (compañeros o asustados ; D), espero volver a repetir experiencia, eso si... con mayor duración y regocijo, si cupiese :33333

Se despide atentamente, la muerta más feliz que una perdíz ^^