miércoles, 25 de agosto de 2010

Juguete roto

    Se abrió la puerta y dió paso a la luz amarillenta y brillante que solo se ve en los anuncios de navidad, una bocanada de aire fresco irrumpía en su sudada cara infantil, el verano estaba ya empezando a dar señas de vida... El niño entró en la tienda emocionado, ansioso, nervioso y desenfrenado. Su ojos verdes caramelo, su pelo castaño, nariz de especial forma por un accidente no hacía mucho , plagada de pecas, manos grandes para su edad, voz aguda aun y camiseta blanca de manga corta. 
     Sus ojos brillaban con un matiz especial, era algo tan único que no se pòdia describir ni con letras, ni con formas, ni con música... Cogió aire y comenzó a recorrer los fríos pasillos plagados de cajas. Se paró delante de una caja negra dentro de la cual habia un muñeco de pelo muy rizado, con gafas, extremadamente delgado y de piel pálida; la tomó entre sus manos y tras abrazarlo lo metió en su mochila. Continuó por el pasillo y encontró otro muñeco en una caja verde, alto, fuerte, de pelo castaño, ojos verdes, nariz perfecta y gafas; cogió la caja y lo desembaló, lo tomó de la mano y siguió andando...
    Cogió muchos más muñecos y muñecas, y conforme los veía y examinaba, los desembalaba y guardaba en su mochila de cuero... De la mano colgaba una muñeca bastante especial; le gustaba mucho esa muñeca, de pelo castaño claro, ojos marrones, pelo corto, algo rellenita y con gafas; que vestía vaqueros, camisas y convers... Adoraba a esa muñeca a pesar de que su tacto era algo áspero... Cuando acabó ese pasillo continuó con el siguiente a su lado, cada vez cogía menos muñecos, estaba feliz con los que tenía, se sentia agusto y biern con ellos, no le pesaban... pero entonces la vió... una caja negra y roja, dentro de ella una muñeca con la piel de porcelana, pelo rojo y largo, muy largo... ojos verdes, labios carnosos, flequillo... no se lo pensó y alargó sus dos manos para darse cuenta de que la muñeca que sostenía con tanto cariño había caido al suelo hacia rato; pero no le importó agarró la muleca nueva, la tomó entre sus brazos y no la soltó...
    Siguió andando por la tienda y paso largo, muy largo rato prestando mucha atención a su muñeca nueva, le encantaba, era feliz; era tan feliz que sin darse cuenta algunos de sus muñecos comenzaron a desvanecerse en su mochila... Al cabo de las horas la muñeca comenzó a perder su encanto... sabía que era tan suya que se despreocupó, la llevaba a todos lados de la tienda de la mano y nunca la metía en su mochila por miedo a que se perdiera entre los demás muñecos...
    Y cuando el empezó a notar ausencia de sus muñecos, quiso abrazar tanto a su muñeca... que la rompió... ya no era la misma, empezó a perder su encanto... estaba rota y él no le veía arreglo...La escondió en su mochila con la esperanza de que cuando la volviese a coger estuviera arreglada de nuevo; pero ya fue demasiado tarde...
    El niño lloró y lloró, no sabía que hacer... salió corriendo de la tienda y en su huída perdió varios de sus muñecos, los cuales no volvería a ver... Dicen que poco más adelante consiguió ver otra tienda en la que ver más muñecos... dicen que volvió a prendarse de otra muñeca para tapar con una improvisada tirita el dolor que se causó romper a la anterior...
    Y ahí me se quedó... con su relleno esparcido por los suelos... atrapada en su propia pesadilla, derramando hilos por sus ojos de botón... hasta que un niño la recogió y la arregló; se conformó con ella...

¿Acaso no dicen que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita?

4 comentarios:

  1. Acabo de dejar de estudiar y creo que por eso aún no lo comprendo del todo, de todas formas parece un poco confuso :/

    ResponderEliminar
  2. Hemos debatido tanto acerca de este texto que no tiene sentido plasmarlo en un comentario. Ya hablaremos Lorena y yo contigo en septiembre, ya... Tú ve calentando Lord Nelson...

    ResponderEliminar
  3. sutiles metáforas escondidas entre las lineas de un cuento infantil...¿conformarse con ella?hasta estando rota quizá valía más que todos los muñecos de aquella tienda
    Eternamente desgraciado el que todo lo tenga y el que nunca llegue a tener lo que desea pues eso será su ruina.
    El panda ha hablado.

    ResponderEliminar